Plan fallido
Colombia ganó, gustó y no goleó porque se encontró ante un pletórico Dani Hernández. En el marco del regreso de las eliminatorias, Venezuela se llenó de esperanza para conseguir su primer triunfo, hecho que solía ocurrir en la década pasada y ahora vuelve a suscitarse; la vinotinto necesita una victoria y no es para competir en la tabla. Las acciones concluyeron en Barranquilla, los de Pekerman celebraron y los dirigidos por Dudamel se mantienen últimos en la clasificación con apenas un punto en siete fechas.
El técnico argentino sorprendió desde el inicio con la inclusión de Muriel por Cuadrado, unió a dos enganches como James y Macnelly. Estudió mejor al rival, encontró sus falencias y las exprimió al máximo. Presionó la salida venezolana, referenció a los volantes de primera línea y neutralizó a Rondón para evitar daño con envíos largos. Colombia fue intensa si un gran despliegue físico, la intensidad la tradujo en juego, supo correr con y sin la pelota, adaptándose a las altas temperaturas del entorno.
Dudamel intentó contragolpear manteniendo las dos líneas de cuatro bien juntas, pero realizar esta estrategia con éxito demanda defender bien para luego atacar mejor. Peñaranda y Añor son jóvenes talentos con muchos argumentos ofensivos, Juanpi especialista en filtrar pases, Adalberto irreverente por naturaleza; sin embargo sus carencias en defensa quedaron expuestas. Defender es un arte, saber manejar el desgaste en los sacrificios o cooperaciones no se aprende de un día para otro. Es decir, haberlos alineados de titulares me pareció un desacierto, entendiendo la intención de Colombia.
El desarrollo del partido dejó a un Peñaranda mermado e inofensivo (salió en el 2T) y a un Juanpi que nunca se mostró cómodo por banda, fue mejor cuando se rotó con Josef, no solo mejoró él, aparecieron asociaciones interesantes, cuando Añor sobresalió la selección se acrecentó. Los dos son grandes futbolistas que cuando comulguen en la selección brindarán un gran espectaculo.
No es casual que Alejandro Guerra haya sido el más destacado de la Copa América, se adapta perfectamente al esquema y a la idea de juego del cuerpo técnico. Su habilidad para defender, sacrificarse, trasladar, acompañar y generar lo convierten en el jugador idóneo para la posición de volante externo en el 4-4-2 o de interior cuando la situación lo amerite. Se extrañó al Lobo, incluso a Seijas. Me parece que de los futbolistas disponibles Alexander González y hasta el propio Rómulo Otero hubiesen cubierto más adecuadamente el puesto.
De atrás para adelante; Dani Hernández tuvo su mejor presentación con la vinotinto, eludió la catástrofe, Rosales regaló muchos espacios, no es aquel cerrojo por la banda derecha, no fue su mejor versión, Vizcarrondo todavía no vuelve a tener una actuación sobria que le de méritos para ser siempre titular, Wilker Ángel, muy flojo a comparación de la Centenario, su "consolidación" no le puede hacer bajar el rendimiento, Rolf Feltscher lejos de su lucidez física y defensiva e inoperante en las proyecciones, muy desconcentrado.
Arquímedes Figuera debe mejorar la lectura de las faltas, catorce partidos con la vinotinto y diez amarillas. ¿Se refleja que es el único titular en jugar en el fútbol venezolano?, Tomás Rincón, no sobresalió, conducciones excesivas y nunca se impuso en el medio sector. Ya opiné sobre Peñaranda y Añor.
Josef Martínez fue el mártir de Dudamel, lejos del área no aprovecha su mejor cualidad: atacar el espacio en velocidad, laboró de enganche buscando salida y por la banda apoyando Rosales, su mal desempeño se vio condicionado, Salomón Rondón no pudo ante la adversidad, si bien es cierto que el rival se enfocó en contrarrestarlo, el jugador debe tener la habilidad para anular esa estrategia, pero no fue así, argumentar su mal partido sólo por mérito del contrincante es restarle credibilidad a sus capacidades.
Respecto a los cambios, solamente Soteldo destacó, fue de más a menos, se diluyó tras su electrizante entrada, el pequeñín no se atemorizó e inyectó dinámica en el ataque, aunque su entrada agrandó los problemas y el espacio en el costado de Feltscher. Christian Santos ingresó con la intención de liberar un poco a Salomón, fue así, pero tras la expulsión de Ángel se dificultó en demasía la ya escasa generación de juego y ahora había dos puntas en cancha, el espigado delantero fue errático y desincronizado. Entre dudas y goles, Velázquez entró antes del pitazo final con el resultado sentenciado.
Por las formas, me parece fue el peor partido de Rafael Dudamel en su joven ciclo con la vinotinto, por el planteamiento, el desarrollo, la lectura y la capacidad de reacción desde el banquillo, él y su cuerpo técnico dejaron más dudas que respuestas. El plan falló. Toca centrarse en el choque ante Argentina sin Wilker, Feltscher y Arquímides por sanción. La consigna sería lograr un golpe anímico para la afición.
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